En moto a más de 4500 metros sobre el nivel del mar: que nos espera sobre las nubes y cuáles son los efectos secundarios
El itinerario de nuestro tour Machu Picchu y Salar de Uyuni se desarrolla, en gran parte, en el altiplano peruano donde también encontramos el punto más alto de todo el recorrido. Llegamos a tocar los 4800 metros. Se trata de una altura considerable que casi siempre, genera en nuestros clientes curiosidad y preocupación debido a que temen experimentar problemas de respiración. Pero la verdad es que no hay nada que temer: alcanzar este nivel de altura significa vivir una experiencia de extrema belleza que puede ser afrontada con toda tranquilidad.
Pero, ¿qué caracteriza a conducir a gran altura?
Llegamos a estas alturas recorriendo la PE30 a través de un pasaje fascinantemente solitario donde la vegetación predominante es la típica del altiplano: clima seco, lluvia escasa y viento. Plantas perennes, pequeños arbustos y pastos bajos de gama cromática que va desde el amarillo ocre al naranjo claro. La tierra gris y el cielo azul intenso y brillante.
En estas zonas encontramos pocos habitantes, lo que acentúa la sensación de recorrer un territorio lunar y surreal. Las pocas personas que encontramos en ruta poseen un “no sé qué” muy especial: se trata de campesinos que viven en este altiplano desierto, en pequeñas casas hechas de piedra que se pueden apreciar desde la distancia. Ellos trabajan en el ganado: crían alpacas por su lana y guanacos por su carne. Se muestran siempre disponibles cuando les pedimos una fotografía mientras nos cuenten su historia y nos muestran sus animales, que acostumbrados a las personas se acercan y dejan acariciar tranquilamente.
En cuanto a los efectos secundarios de la altura, obviamente bajar de la moto y caminar a más de 4500 metros, puede resultar ligeramente más difícil de lo normal, sin embargo, nuestro recorrido considera ascender progresivamente para acostumbrarse poco a poco a estas alturas. Las calles, muy hermosas, se presentan asfaltadas de reciente y el tráfico es casi inexistente por lo que podemos manejar en absoluta libertad y seguridad.
Durante la noche; cuando llegamos al hotel, seleccionado entre los mejores para garantizar una acogida confortable, nos espera un mate de hojas de coca, una infusión local de óptimo gusto y sobre todo útil para contrastar los leves efectos de malestar debidos a la altura.
Invitamos a todo apasionado de la moto y de viajes a conocer estos paisajes hermosos y capaces de ofrecernos grandes emociones y sobre todo a atreverse a llegar a 4800 metros junto a nosotros para transcurrir momentos inolvidables y noches de relajo y placer.